Con Cristo o Contra Cristo.

 Padre Julio Menvielle[1]





He aquí el dilema que se te plantea a ti como se le plantea a todo hombre que viene a este mando. O te pones del lado de los que adoran a Cristo, o te pones del lado de los reniegan de su nombre. No puedes situarte en el medio, excusándose y diciendo: a mí no me interesa Cristo ni su Iglesia. Porque ese medio no existe.  Porque esa actitud es injuria perversa con la que insultas a Cristo.

En efecto. Mira que CRISTO TE CREO. Luego le injurias si delante de Él permaneces indiferente. Como injuriarías a tu madre o a tu padre si no le dieses la menor prueba de cariño.  Y Dios es para ti mucho más que tu padre y que tu madre. Porque todo el ser que tienes y que has de tener en los inacabables instantes de tu vida, a Él se lo debes. Eres nada, y lo poco que eres lo tienes recibido de Él como prestado.

Mira que CRISTO TE REDIMIO. Después de creado, has delinquido. Quedaste manchado con la culpa del pecado, reo de la esclavitud del diablo y merecedor del fuego eterno del infierno. Cristo que te amó, bajó de los cielos, tomó nuestra carne en el seno purísimo de la Virgen y pagó, con la muerte de Cruz, el precio de tu rescate.

Si delante de Él permaneces indiferente, cometes un grave desprecio a su Amor infinito, y ya eres de los que reniegan de su Amor y de su nombre.

Mira que CRISTO TE HA DE JUZGAR.  Luego no te puede ser indiferente.  En el instante de tu muerte, mientras tus deudores te estén acomodando las facciones de tu desfigurado rostro, te has de presentar cara a cara delante de Cristo, Juez. Le has de dar cuenta de la más insignificante acción y de la palabra más trivial de tu vida. Toda tu vida ha de ser manifestada.

Y, ¿piensas presentarte delante de Él como delante de una persona de la que jamás te importó nada?



[1] “Palabras del Cura” Boletín Parroquial Versailles Nº 4 21 de mayo de 1933 material de Junta de Estudios Históricos de Versailles


Comentarios

Entradas populares de este blog

Una Antorcha Encendida (Primera Parte)

Una Antorcha Encendida (Tercera y última parte)

A Noventa Años del Comienzo del Apostolado Parroquial del Padre Julio Menvielle