Carta del Cura Brochero al Presbitero Julio Menvielle

R. P. Leonardo Castellani S.J(*).




Hay que empezar a predicar derecho viejo que la usura es pecado mortal, y que el usurero pierde su alma, si la tiene, y todos los que al usurero ayudan. Hay que empezar a predicar que el mundo está gobernado por la Usura, y que el poder del Oro, que ahora llaman Finanza y Crédito y Cristo llamó la Mamona Iniquidad (“mammonoe iniquitatis”) es el pior enemigo que tiene Dios en la Argentina. Las grandes compañías gringas son usura, los grandes politiqueros son vendidos, los grandes diarios son negocios, y negocios casi nunca limpios. No podemos servir a Dios y al patacón inmundo.

Hay que predicar eso y nada más, con obstinación y arrebato, sin argumentos ni discursos, basados en la fe, en la Escritura y en la buena vida del que predica, con ese estilo inflamado, contagioso y directo cuyo nitor acredita al profeta. Hay que enlazar al lobizón maldito y prenderse el lazo a los tientos con ñudo ciego, como a dejar la vida desparramada por los piegrales antes de soltar presilla. Claro que para eso hay que ser santo. Pero no crea a los que dicen que hay que ser santo primero; ese primero, es un engaño del mandinga. Hay que ser santo al mesmo tiempo, haciéndose santo en el mientras, porque en el camino, usté sabe, se acomodan las cargas; y el que quiere volverse santo primero de ponerse a servir a Cristo, con la pobre y perra alma llena de pasiones que uno tiene, ése no llegó a santo nunca. No haga mucho caso a los libros franceses de espiritualidad fina. Siga a San Ignacio y a nuestro padre Francisco Solano.

Haga una profecía de esas que usted sabe, con esa linda labia que Dios le dio, acerca de Nuestro Tiempo, piulando los males que vendrán sobre nosotros si la gente no entra en razón y no escarmienta en cabeza ajena, y no se levanta de una vez con decisión contra tanta herejía y veneno que está en el aire, el agua y la comida. Suyo,

 Filemón Brochero Cura del Tránsito

(*) Del Libro las Canciones de Militis

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