“El Cielo en Buenos Aires” (Segunda parte)
Homenaje en el Nonagésimo Aniversario de la Celebración de XXXII Aniversario del Congreso Eucarístico de Buenos Aires.
9 al 13 de octubre de 1934
Con especial dedicación a la memoria de mi padre Domingo Liberato Grecco
que llegó a este mundo en
medio del acontecimiento
Podes leer la primera parte en: https://buenobelloverdadero.blogspot.com/2024/09/el-cielo-en-buenos-aires-primera-parte.html
Primera Reunión del Comité
Era el 28 de octubre de 1932 cuando el Comité Ejecutivo se
reúne por primera vez, en el Palacio Arzobispal de Buenos Aires, que sería la
primera sede de las reuniones, luego se traslada a una espaciosa mansión cedida
generosamente por la Condesa Pontificia Adelia María Harilaos de Olmos, en la
calle Av. Alvear 1660.
La reunión fue
iniciada con las palabras del presidente, monseñor Devoto, quien explica el
objeto de la reunión y el programa de trabajo[1].
Se realizan los nombramientos de los vicepresidentes y de quienes serán los representantes
de las comisiones de hombres y mujeres, también del resto de los cargos del
Comité ejecutivo[2]:
Presidente: Monseñor Fortunato Devoto (Luego reemplazado por
Monseñor Dr. Daniel Figueroa)
Vicepresidentes: Las Condesas Pontificias Adelia María
Harilaos de Olmos y María Unzué de Alvear; Dr. Tomas R Cullen y Dr. Martín
Jacobé
Secretaría General: Pbro. Antonio Caggiano
Secretario de Actas: R.P. Enrique Alla (Sacerdote
Sacramentino)
Tesorero Dr. Leonardo Pereyra Iraola, luego reemplazado por
el Dr. Pedro Mohorade
Protesorero: Don Antonio Solari[3],
posteriormente fue el Sr. Rodolfo J. Scapino.
Se trató también, las distintas comisiones que trabajarían en
la preparación espiritual y para obtener los fondos para el desarrollo de las
actividades y la propaganda.
Además, se e toman las primeras resoluciones, entre la más
importante fue la de definir la fecha de las “Magnas” ceremonias, estas no
podían ser otras que aquellas que se encuadren en la celebración anual de la hispanidad.
Si Buenos Aires, si Argentina, si América, son católicas, lo es sin duda por
España y su gran Cruzada, por eso que mejor que celebrar el magno suceso que en
los días de octubre, teniendo como el centro el 12 de octubre, día de la
Hispanidad. Las se celebrarían, entre el 10 y el 14 de octubre. También en
aquella jornada, el comité ejecutivo constituyó las dos comisiones y estableció
sus autoridades[4].
Ya, en esta primera asamblea del Comité, el presidente de este
presentará el escudo del Congreso, que será aceptado por unanimidad.
Durante “dieciocho meses” se reunirá todos los jueves, donde
se tomarán las decisiones claves de todos los ámbitos: logísticos,
diplomáticos, gubernamentales, doctrinales, económicos, las formaciones de las
distintas comisiones, etc.
Siempre tendrán la
compañía del arzobispo, quien se reunirá todos los días con el presidente del
Comité y cada tanto la visita del Sr. Nuncio Apostólico, que llegará para
animar el trabajo del Comité en forma permanente. Había en la iglesia toda una
gran expectativa por el acontecimiento.
El Distintivo del Congreso Eucarístico
Es un escudo, como una forma de destacar que el Santísimo
Sacramento es la mayor defensa “en nuestra vida y en nuestra muerte”, en el
fondo se observa la bandera Patria y es rodeado por una franja blanca y
amarilla, insignia pontificia, como signo de la unidad de los fieles y la
obediencia al Vicario de Cristo. Tomando del escudo original que Juan de Garay
dio a la Ciudad de la Santísima Trinidad de Buenos Aires, que queda simbolizada
por el águila que levanta con santo orgullo levanta en la Hostia Consagrada a
Cristo Rey, a quien le cede su lugar el sol para que sobre “los pliegues de la
azul y blanca”, Jesucristo “sea reconocido como Rey del mundo y aclamando Señor
de la humanidad”
Viaje a Roma del nuevo arzobispo
A fines de enero de 1933, Monseñor Copello visitará al Santo
Padre Pío XI y llevará el primer escudo realizado en oro y esmalte para que lo
bendiga SS. A su vez le llevará una nota del Comité Ejecutivo, pidiéndole sus
oraciones, en el inicio de las tareas oficiales, asimismo se comprometen a ajustarse
a la reglamentación y tradición de los Congresos Internacionales “que siempre
han hecho un deber de afirmar su reconocimiento, su sumisión y su devoción sin límites
al sucesor de San Pedro, representante en la tierra de Aquel, que la Iglesia
adora oculto bajo los velos del Sacramento del Altar”. Agradecen a la “paternal
benevolencia” del pontífice para determinar el insigne honor de que Buenos
Aires fuera la sede del Congreso. Finalmente impetraron la Bendición del Santo
Padre para la comisión y el mismo Congreso.
Himno Oficial del Congreso
Para poder contar con el Himno oficial, como en los otros
Congresos Internacionales, más considerando que sería el primero en America del
Sur, el Comité Ejecutivo en una de las primeras sesiones convoca a un concurso
popular, dirigido a los poetas de habla castellana. Con bases muy precisas y un
jurado de notables se abrió el concurso en el que se presentaron ciento ochenta
composiciones. El jurado, integrado por Gustavo Martínez de Zuviría (Hugo Wast)[5],
Juan B Terán[6],
Manuel Gálvez[7],
Arturo Giménez Pastor[8],
el R.P. José María Blanco SJ y en representación del comité ejecutivo el Pbro.
Dr. Antonio Caggiano, decidirá a favor de la composición firmada con el lema “Ignis”
que había sido redactada por la poetisa Sara Montes de Oca de Cárdenas[9].
El himno “celebra la Eucaristía y a Jesucristo como el Dios de los corazones.
Pide a Jesús que domine y enseñe su amor a las naciones. Describe cómo Jesús y
la Eucaristía han estado presentes en la historia de Argentina desde sus
inicios, bendecido la tierra y alimentando a la gente con su cuerpo y sangre.
Concluye que, a través de la Eucaristía, Jesús continúa nutriendo e iluminando
las almas de millones.”[10]
No se llamó a concurso para la música del Himno y luego de
varias alternativas, se eligió la composición musical que conocemos hoy y que
fue realizada por el maestro José Gil.
Pronto se publicó y fue rápidamente popularizada. Sonaba en
todas las ceremonias religiosas, en las concentraciones eucarísticas, colegios,
asilos, parroquias, donde el pueblo la entonaba con “entusiasmo”. Ayudó a esta popularización la presencia de
las audiciones de las radios del Congreso Eucarístico, donde se la divulgaba.
Estas melodías eran fáciles de aprenderse y además mueven
realmente el corazón, por eso llegan a nuestros días y claramente se escucha en
los Templos, con una amplia participación de los fieles.
¡Dios de los corazones
Sublime Redentor
Domina a las naciones
Y enséñales tu amor!
Señor Jesucristo,
Que en la última Pascua
Tu Sangre divina,
Diste antes de darla:
Tu Cuerpo y tu Sangre
Deseamos con ansias...
¡En donde está el cuerpo,
Se juntan las águilas!
Conocen tu nombre
La urbe y el río,
La línea que es Pampa
Y el germen que es trigo.
Y cálidas notas
De timbre argentino
Saludan tu hechura
De Dios escondido.
Pasearon el Corpus
Por nuestros solares
Los hombres que luego
Fundaban ciudades,
Y abrían los surcos
Para los trigales.
Espigas dan hostias
Y leños altares.
Bandera tu cuerpo
Fue en la azul atmósfera
Y el cáliz dorado
Fue el sol de la gloria.
Antes que el arado
Rompiera la costra.
De la tierra virgen
Se elevó tu forma.
Rey manso que sellas
La tierra argentina
Con el sello blanco
De la Eucaristía;
La Patria se aroma
De incienso de Misa
Tú rozas los labios
Y alientas las vidas.
En torno a tu mesa
Cien pueblos y razas
Nutrió de infinitos
Tu oculta substancia.
Pequeñez inmensa
Que multiplicada
Es pan para el hambre
De todas las almas
Las Comisiones
La complejidad de la organización hacía menester ampliar los
equipos de trabajo y, además de las dos grandes comisiones de Damas y
Caballeros, se generaron otras comisiones que tuvieran objetivos concretos que
permitieran la organización total del evento. Por supuesto todas estas
comisiones reportaban y eran monitoreadas por el Comité Ejecutivo, de quien
seguían las directivas. Entre ellas encontramos:
1- Comisión Teológica: Era la encargada de preparar los
temas de las asambleas particulares, de acuerdo con el tema general del Congreso:
“La realeza social de Nuestro Señor Jesucristo, especialmente en la Eucaristía”.
Fue presidida por Monseñor Antonio Rocca, siendo su secretario el padre Juan
Sepich. Los vocales eran sacerdotes diocesanos u religiosos.
2- Comisión de Música: Encargada de la organización de todo
lo referente a la Música sagrada del Congreso, fue presidida por el padre Tomas
Solari y por sacerdotes y seglares como vocales y un grupo de “inspectoras de
la comisión de música”.
3-
Comisión Litúrgica: Encargada de la organización de las Magnas ceremonias, fue presidida por
el padre Dr. Antonio Das Neves, como vicepresidente estuvo el padre Sebastián
Monteverde y secretario el padre Domingo Martínez, S.S. y un grupo importante
de sacerdotes diocesanos y religiosos.
4- Comisión de Hacienda, su misión colectar recursos para el Congreso, sus medios confeccionar y
enviar listas de subscripciones, notas a familias “pudientes”, instituciones,
casas de comercio, bancos, ministerios y reparticiones públicas, etc. Fue
presidida por la Sra. Magdalena Bosch de Harilaos, siendo sus vicepresidentes
la Sra. Delia Malbrán de Vedoya y María A. Ayarragaray de Pereda, acompañadas
en su totalidad por mujeres en los distintos cargos
5- Comisión de Prensa y Publicidad: Tenía a su cargo anunciar a todo el
mundo sobre el gran acontecimiento, fue presidida por el Dr. Gustavo Martínez
Zuviría (Hugo Wast), como vicepresidentes estuvieron la Sra. Montes de Oca de
Cárdenas, Delfina Gálvez y Graciela Valdez López Miró, siendo su secretario
José María Samperio y prosecretarios Juan Carlos Moreno, Santiago Galli y José
María Mirau, integrada también por un grupo mayor de seglares y sacerdotes,
entre quienes se encuentra Monseñor Franceschi. “Se tuvo especial cuidado de que todos “los
que la integraban “fueran de reconocida capacidad literaria y prácticos en las
lides del periodismo”.
6- Comisión de Transporte: Comienza a funcionar en agosto de 1933,
y tenía como misión ocuparse de todo lo relativo a la participación de los
Congresales y peregrinos del exterior y del país. Fue presidida por el Dr.
Norberto Fresco, acompañado por un grupo de laicos.
7- Comisión de Organización General: Presidida por el Almirante
Tiburcio Aldao, acompañado por un grupo de laicos. Encargada de la organización
general del Congreso y trabajando de forma sinérgica con el resto de las
comisiones.
8-
Comisión de Alojamiento: Tenía como
misión que los peregrinos encontraran grata y cómoda su permanencia en el país.
Presidió esta comisión el Pbro. Juan B. Fourcarde, siendo sus vicepresidentes
el padre Dr. Francisco Suárez y el sr. Félix Aragone. Acompañados por un grupo
de laicos
9- Comisión de Recepción: Se ocupó de la recepción de los Cardenales,
arzobispos y Obispos y en especial de la recepción del Eminentísimo Cardenal
Legado. Estuvo presidida por el Dr. Ernesto Bosch, acompañado por una cantidad
de hombres de las más importantes familias de la Argentina
10- Comisión de la Cruzada Infantil: su finalidad era trabajar en todo
lo que se refiere a la preparación de la participación de los niños en el
Congreso Eucarístico. Presidida por la Srta. Graciela Rojas, su vicepresidenta,
Margarita Wilmart, acompañadas por una importante cantidad de mujeres.
11- Comisión de la Concentración Infantil: Se ocupo de toda la
organización de la concentración de los niños en Palermo, en una actividad
única en un acto de culto que reuniera a una gran masa infantil. Era la “jornada
de gloria, la mañana blanca de sol y de Eucaristía” del congreso. Presidida por
el padre José Borgati S.S. y acompañado por sacerdotes y religiosos seculares y
de congregaciones
12- Comisión de Técnicos: Quien se encargó de la elección del
lugar y el diseño de los distintos escenarios donde se levantarían los Altares,
esta comisión es la responsable de la gran Cruz que cubrió el monumento a los españoles
y que sería el centro de las Magnas ceremonias. Presidida
por el Ingeniero Jorge Mayol, acompañado por un grupo de colegas.
13- Comisión de la Sanidad y Primeros Auxilios: Tuvo a su
cargo el estudio y la organización sanitaria y de primeros auxilios para las
concentraciones de Palermo, tres fueron los ejes de los trabajos: Sanitarios,
Primeros Auxilios, Agua Potable. Fue presidida por el Dr. Miguel Petty, secundado
por un grupo de médicos del Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires.
14- Comisión de Ornamentos: Encargada no solo de que todos lo
relativo a la ornamentación de las ceremonias principales, sino dotar a los
Templos y Capillas de todos los elementos necesarios para la celebración digna
del culto, en los Altares principales. De modo que todos los sacerdotes
tuvieran la posibilidad de celebrar con dignidad durante los días del Congreso Eucarístico.
Presidida por la Sra. Dolores Anchorena de Elortondo, como vicepresidenta la
Sra. Josefina Vedora de Ocampo, acompañada de una serie de señoras y señoritas.
15- Comisión de Exposición de Arte: Tuvo a su cargo la preparación de
la exposición de Arte Religioso, que duro durante el mes de octubre y fue
admirada por los habitantes del país y de los peregrinos extranjeros, con
profundo sentimiento artístico reunió en su seno las mas variada e interesante colección
de obras maestras por su antigüedad, por su riqueza y por sus méritos”. Familias
de apellidos ilustres, templos de data antigua y museos, abrieron y ofrecieron
sus tesoros de arte. Presidida por el Sr. Enrique Udaondo, acompañado por un
grupo de hombres.
[1] La Nación 29 de octubre de 1932
[2] “Publicación del Comité Ejecutivo - 1935”
[3] Es un laico redentorista, vicentino fue fundador de
las conferencias Vicentinas de la Iglesia de las Victorias y colaborador del
padre Grote en la federación de Obreros Católicos. “Fue un entusiasta apóstol
de los necesitados, ejemplo de fe afectiva y efectiva en Cristo vivo,
vivificante y vivificador. Buscó a Dios allí donde iba a encontrarlo: en los
pobres, obreros, estudiantes, profesionales, encarcelados y a su vez, al
reconocerlo y escucharlo, en todos los que lo buscaban.” Hoy es un Siervo de Dios y se sigue su
proceso de canonización
[4] En la Comisión de Damas las presidentas “la
Señoras Condesas Pontificia Adelia María Harilaos de Olmos y María Unzué de
Alvear”. En la Comisión de Caballeros presidentes el Dr. Tomás Cullen y Martín
Jacobé
[5]
Nació en Córdoba el 23 de octubre de 1883
y murió en Buenos Aires, 28 de marzo de 1962, fue un escritor católico y político argentino.
Escribió una serie de novelas, algunas de las cuales fueron adaptadas al cine. Miembro de la Real Academia
Española. Fue diputado y ministro de instrucción pública, cargo desde el cual, hizo
cumplir la ley y estableció la enseñanza ordinaria, aunque no obligatoria, de
la religión católica en todas las escuelas del país. Fue director de
la Biblioteca Nacional, incrementando en 160 % los volúmenes disponibles en la
biblioteca y creando la Hemeroteca, que llevo su nombre hasta hace muy poco.
Recibió la Orden de San Gregorio Magno, del Papa Pío XI y la Gran Cruz de
Alfonso X el Sabio, del gobierno español
[6] Historiador, pensador, educador, escritor,
ministro de la Corte Suprema de Justicia y político argentino.
(nació en San Miguel de Tucumán, Argentina, 26 de diciembre de 1880
- Buenos Aires, Argentina, 8 de diciembre de 1938)
[7] Nació en Paraná, Entre Ríos,
18 de julio de 1882 – murió en Buenos Aires,
14 de noviembre de 1962. Narrador, poeta, ensayista, historiador y
biógrafo argentino, tres veces candidato al premio Nobel de
literatura, y uno de los escritores argentinos más traducidos.
[8] Escritor y crítico literario argentino con mucha
actividad en diarios de Argentina y Uruguay. Publicó artículos en los diarios
El Bien Público, La Prensa. Redactor de la revista Caras y Caretas, colaboró en
el periódico universitario de caricaturas El Bombo. Nació en 1872 y murió en
1948.
[9] Sara Montes de Oca de Cárdenas (1892-1974). Madre de
Monseñor Manuel Augusto Cárdenas, Obispo Auxiliar para los católicos de rito
oriental.
[10] José Aneiros Monti
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