La «Cultura de la Muerte» Sigue Atacando

Estos días que vivimos en la Argentina, me han hecho repensar en aquella encíclica que San Juan Pablo II nos legó, donde se llama a enfrentar la batalla por la “cultura de la vida” contra la “cultura de la muerte”. Luego de repasar el pasaje de Caín y Abel, el Papa nos dice: “Después del delito, Dios interviene para vengar al asesinado. Caín, frente a Dios, que le pregunta sobre el paradero de Abel, lejos de sentirse avergonzado y excusarse, elude la pregunta con arrogancia: «No sé. ¿ Soy yo acaso el guarda de mi hermano? (Gn 4, 9)». «No sé». Con la mentira Caín trata de ocultar su delito. Así ha sucedido con frecuencia y sigue sucediendo cuando las ideologías más diversas sirven para justificar y encubrir los atentados más atroces contra la persona. «¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?»: Caín no quiere pensar en su hermano y rechaza asumir aquella responsabilidad que cada hombre tiene en relación con los demás. Esto hace pensar espontáneamente en las tendencias actuales de ausencia...