De Aquí y de Allá Junio

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Una Devoción Olvidada

Cuando uno entra en casas en las que aún se conservan los adornos de las familias que se formaron desde la década del sesenta para atrás, siempre se encuentra colgado un Sagrado Corazón en las paredes y si puede conocer la historia de aquel cuadro, verá que el mismo no se colgó como el resto de los cuadros, como un adorno más en la casa. No, se entronizó solemnemente en el seno del hogar, en la familia. Entre los papeles de mi tío había muchas estampitas y algunas de ellas eran recordatorios de las entronizaciones que hacían las familias del barrio de Villa Crespo guiadas con la presencia del párroco. También en muchas puertas de entrada de la casa llevan colgadas el famoso  “Detente”, que reza lo siguiente: “Detente, el Sagrado Corazón está conmigo”[1].  Había en aquellas familias, en los católicos de entonces una enorme devoción al Sagrado Corazón, en quien se confiaba plenamente y a quien se le confiaba el cuidado del hogar, al entronizarlo en lugar destacado se lo colocaba por así decirlo en el centro del hogar, en el corazón de la familia. Sin esa guía, sin ese centro no es de extrañar que todo se haya  ido destruyendo y las familias se hayan sucumbidos a los enormes ataques que fueron recibiendo y que siguen haciéndolo.



Fieles que ponían su confianza en Sagrado Corazón y que repetían permanentemente la hermosa jaculatoria “Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío”. Tengo el hermoso testimonio de una señora, tía de un amigo, hasta el final de sus vidas andaba por la vida a veces temeraria e imprudentemente, cruzando las calles diciendo “el Sagrado Corazón de Jesús me cuida” y murió naturalmente.

 Recuerdo las señoras que, hasta entrada la década del noventa y creo que en algunas parroquias tradicionales del centro aún se verían, llevaban la cinta roja con la medalla, los viernes y en especial los primeros viernes de cada mes. Eran las socias del Apostolado de la Oración, una de esas “estructuras caducas” que tanto bien hicieron a las almas, un gran apostolado entre los más débiles, en especial los enfermos. Promovían la devoción de los primeros viernes, siguiendo las promesas del Sagrado Corazón a Santa Margarita y ya hemos visto como estas se cumplen (https://buenobelloverdadero.blogspot.com/2022/06/las-promesas-se-cumplen.html) y también se promovía esta devoción en la familia.

De España nos ha llegado esta gran devoción y es raro que haya un Templo Parroquial o capilla que no tenga una imagen del Sagrado Corazón. En las Parroquias que en los años treinta fueron creadas y construidas por  el Cardenal Copello, tenían tres altares: el Altar Mayor y dos laterales, el Altar de Nuestra Señora, casi siempre de Lujan y el Altar del Sagrado Corazón. Hermosas Iglesias que el progresismo destruyó en su gran mayoría, otras trasladaron el Sagrario al Altar del Sagrado Corazón. Pero los hermosos comulgatorios fueron desarmados totalmente.

Todo rondaba en una devoción que se ha ido perdiendo, que se ha abandonado y que tanto se necesita, el Corazón de Jesús era venerado, adorado y reinaba en los hogares, en las familias centro de la vida social, “célula básica” de todo lo orden social, al reinar en los hogares, pretendía reinar en la sociedad. Disuelta la familia, y expulsado de las casas, es expulsado de la sociedad, que camina en la deriva y sometida al falso soberano, que pretende ser rey cuando no es más que un príncipe expulsado del Reino y vencido en el Calvario para siempre, pero mientras llega la hora final, sigue esparciendo su perversidad y sus asechanzas, pervirtiendo a las almas y sin que ellas invoquen la protección del Sagrado Corazón porque nadie les enseña a recostarse en ese pecho donde late ese Corazón de amor, del Amor mismo. Cuando morimos el órgano que principalmente de funcionar es el corazón, si le sacamos el Corazón a la sociedad, esta está muerta y es lo que estamos viendo, una sociedad que hace mucho ruido, mucha marcha pero que está decididamente muerta.

Es necesario restaurar esta devoción, es necesario que la promovamos. Nos piden ser creativos y porque no actualizar la creatividad de otros que hicieron tanto bien, me pregunto: ¿No será el tiempo restaurar las antiguas instituciones que de “caducas” no tienen nada? ¿No será el tiempo de pregonar estas viejas devociones? ¿No será el momento de “salir” y llevar a las casas, a los hogares al Sagrado Corazón, de entronizarlo con solemnidad en ellas? ¿Si en vez de aplausos y sarta de tonteras no les regalamos a los pocos matrimonios que se animan a casarse por la Iglesia una imagen del Sagrado Corazón con la oración de entronización en las casas? ¿Si en vez de tantas tonterías no les enseñamos a los chicos la hermosísima jaculatoria: “Sagrado Corazón de Jesús, en vos confió”? ¿Si volvemos a poner de moda el detente? ¡Qué lindo sería que lo repartiéramos sean cada primer viernes impuestos como escapularios, en especial a los niños y a los jóvenes!



Recemos hermanos, para restaurar pronto esta devoción e insistamos en nuestras comunidades, en nuestras familias, en nuestras vidas, para que el Sagrado Corazón reine siempre en ellas.  

Les dejamos este hermoso programa del padre Agustín Spezza (VE) con el Dr. Rafael Breid Obeid sobre esta hermosa devoción como oposición a la Revolución Anticristiana. 



¿Resultados Reales? (sínodo)



Veo que muchos se sorprenden con la Instumentum Laboris del Sínodo que está encarándose en la Iglesia. Muchos se escandalizan porque en este elemento de trabajo están contenidas una serie de reformas que mucho se parecen al cisma Alemán. Cuando respondí por primera vez una de las encuestas, intuí hacia donde iba todo esto. Un viejo profesor de estadística me enseño que esta siempre es manipulable y sirve para lo que nosotros queremos, si las preguntas te llevan a lo que ellos quieren que les respondas, nunca saldrá algo distinto. Si, señores la participación en el sínodo es como la dictadura del sufragio universal, es la gran parodia para justificar lo que quiere el progresismo reinante, como diría el padre Menvielle que no “quede ningún dogma en pie”, este es el trabajo que están haciendo.

Lo han hecho despacito pero a paso firme, el progresismo todo lo ha destruido, el humo de Satanás que denunciara Pablo VI, fue metiéndose hasta cada día ahogar más y quitarle el oxígeno de la verdad. Sin duda, “la fe (ha sido) insidiada por las corrientes más subversivas del pensamiento moderno”, corrientes que insertaron la desconfianza sobre “la validez de los principios fundamentales de la razón, o sea, de nuestra « philosophia perennis », (que) nos ha desarmado frente a los asaltos, no raramente radicales y capciosos, de pensadores de moda; el « vacuum » producido en nuestras escuelas filosóficas por el abandono de la confianza en los grandes maestros del pensamiento cristiano, es invadido frecuentemente por una superficial y casi servil aceptación de filosofías de moda, muchas veces tan simplistas como confusas: y éstas han sacudido nuestro arte normal, humano y sabio de pensar la verdad; estamos tentados de historicismo, de relativismo, de subjetivismo, de neo-positivismo, que en el campo de la fe crean un espíritu de crítica subversiva y una falsa persuasión de que para atraer y evangelizar a los hombres de nuestro tiempo, tenemos que renunciar al patrimonio doctrinal, acumulado durante siglos por el magisterio de la Iglesia”[2]. Este vacío que habla el Papa Pablo VI, se fue abriendo a seminarios y al pueblo santo de Dios, que poco conoce de su fe, del Magisterio y de lo esencial del Catolicismo. Desde las cátedras se criticó, como dice Pablo VI “subversivamente”, todo lo que siempre la Iglesia ha enseñado, se redujo la liturgia y se la giro de ser una oración a Dios a ser un espectáculo para el hombre, para “hacer a Dios cercano” se dice, y se justifican así todo tipo de tropelía litúrgica catequística. Se reduce a Dios, se reduce a Cristo, se transforma la fe a un cristianismo “sin Dios y sin Cristo”. Se reduce la fe a meras experiencias emocionales y al amor a una sensiblería absurda que desconoce todo sacrificio. El pecado ha dejado de existir y se reinterpreta el Decálogo  y se niega el orden natural, mientras descaradamente se habla de una Iglesia que “recibe a todos” pero no cura, ni sana, ni salva. Un hospital que lejos de dar remedio a los vicios y pecados, los justifica y los aplaude, o sea donde el hospital se convierte en un campo de muerte espiritual.

En este contexto se abrió este “Sínodo de la sinodalidad”, con estas teologías subversivas como principales referentes, con ellas se elaboraron las encuestas y de ellas salieron estos resultados con los que se hizo este documento. No será este sínodo un acontecimiento eclesial que nos confirme en la fe, sino por el contrario, confunde, engaña, miente, rechaza al Espíritu Santo y lo quiere suplantar. Se le asume como sus palabras, lo que se busca desde otros lados, usando su nombre para decir todo lo contrario de lo que Él ha dicho a la Iglesia a lo largo de estos dos mil años, pero ya lo dijo la gran Teresa “Dios no se muda”. El Espíritu Santo no puede no contradecirse.

No es la voz del pueblo de Dios, a pesar de lo que se diga, sólo de una minoría perversa y bastante poco instruida, es la masa eclesial. No es el Espíritu Santo, es la Agenda 2030 la está guiando este Sínodo. Con el padre Pío el clamor debería ser “¡Paren el sínodo!”.

Recemos profundamente y volvamos a las fuentes de nuestra fe.

Día del Padre

El pasado domingo 18 de junio se ha celebrado el día del padre y me parece que está bueno que alertemos sobre cierta actitud sacerdotal y de ciertas comunicaciones formales de institucionales eclesiásticas que asumen el error y verso de las “nuevas paternidades” y del “rol paterno”, todas lecturas de la ideología de género que se va metiendo por todos lados y que a conciencia o no, estamos metiendo en la Iglesia.

Ya hace muchos años  nos metieron la idea de celebrar el día de la familia en las escuelas  y en Parroquias, para no celebrar el día del padre y de la madre, ingenuamente fuimos metiéndolo en nuestros colegios católicos. El día de las “infancias” para no decir “día de niño”. No, queridos hermanos reforcemos nuestra idea de paternidad, que remite a la Primera Persona de Trinidad Santísima y que Dios ha querido dar esa misión al varón, para que lo ejerza con caridad y sea imagen de su justicia misericordiosa, de su guía que no abandona a su pueblo y lo cuida siempre. Al varón siempre, no solo desde lo biológico, sino también desde lo espiritual. Al varón en el matrimonio, en la fe a través de los pastores. Es al varón en quien el Padre ha depositado la imagen de su Paternidad y nos ha dado un ejemplo en encomendar a su Hijo Único a San José, para que en la Encarnación sea su padre adoptivo y sea modelo paternal de verdadera paternidad, el gran San José.

El padre es la cabeza de familia, como Cristo es cabeza de su Iglesia, cuando abandona esa responsabilidad cae en lo más grave que puede hacer para la prole. Hoy se ataca la familia y se ataca esta misión del padre, como se ataca que la madre sea el corazón de la familia y siendo el corazón muchas veces, es la jefatura sin detrimento de que el padre sea la cabeza, sea quien expone la decisión del matrimonio.

Caer en esta tontera de “paternidades nuevas”, de “roles” se abre el camino a validar todas las ideas LGTB y a la falacia de “nuevos modelos familia”, ergo renunciar al Orden y a la Ley Natural. En la Iglesia de Cristo haciendo caso a estas falacias y metiendo la ideología por el lenguaje, estamos rechazando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Restauremos, entonces, la familia y celebremos la familia, la única familia que ha sido creada por Dios con los varones como padres y las mujeres como madre.

Nuevo Prefecto



“¡Qué triste que nos haya pasado esto en la Iglesia!”, decía hace poco tiempo un Obispo, nombrado como Prefecto Dicasterio de la Doctrina de la Fe.  ¿Qué era lo triste que nos había pasado? Que la Iglesia a través del tiempo, como Madre y Maestra que es, nos haya marcado el camino y nos de las pautas para acercarnos a la Eucaristía, cuando podemos por estar en plena comunión y cuando no por la herida del pecado que no nos es fácil abandonar. Esta barbaridad expresada lo decimos nosotros pero pensando en este pésimo nombramiento:

“¡Qué triste que nos haya pasado esto en la Iglesia!”

No debemos omitir que le ha costado mucho que el Vaticano le aprobara su nombramiento en la UCA y el entonces prefecto de Educación Católica fue el primero que voló en 2013 con el nuevo pontificado.

Recemos porque el custodio de las ovejas es ahora el lobo.

Supla la Gracia la deficiencia de la pluma.

 

Marcelo Eduardo Grecco

Director

El Caballero de Nuestra Señora

1 de Julio de 2023



[1] Proviene de Santa Margarita María Alacoque, como lo atestigua una carta dirigida por ella a la Madre Saumaise el 2 de Marzo de 1686 en la que le dice: “Él (Jesús) desea que usted mande a hacer unas placas de cobre con la imagen de su Sagrado Corazón para que todos aquellos que quisieran ofrecerle un homenaje las pongan en sus casas, y unas pequeñas para llevarlas puestas.” (Vida y Obras, vol. II, p.306, nota). Ella misma llevaba una sobre su pecho, debajo del hábito e invitaba a sus novicias a hacer lo mismo. Hizo muchas de estas imágenes y recomendaba que su uso era muy agradable al Sagrado Corazón.”

[2] San Pablo VI Homilía Inauguración de la II Asamblea General
de los Obispos de América Latina 24/08/1968


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