De Aquí y de Allá (julio-Agosto)

 


Cambalache Eclesial

Luego de la última internación el Santo Padre ha apurado una serie de nombramientos lamentables en la estructura eclesial, por supuesto que no nos extrañan, no nos asombran pero si nos preocupan. ¿Tal es el desquicio de Francisco? El reciente nombramiento de Zafaroni ha superado toda la locura que podíamos pensar. Digamos que lo nombramientos episcopales de los carreristas que le rinden pleitesía absoluta, tenían su soberbia y su ansia de poder como centro y justificación de su delirio. Los nombramientos de abortistas son mandatos de la Agenda 2030, ¿Pero el nombramiento de un sodomita, prostibulario y abolicionista en que se basa?

Ciertamente creo que Bergoglio no ha entendido bien esa obra de Discépolo, “Cambalache”, diría su amiga no tiene comprensión de texto. La crítica que hace Discépolo, es tomada por el padre Jorge como una realidad que hay que hacer posible y por eso para él da “lo mismo un burro que un gran profesor”, da lo mismo García Cuerva, que Quarracino, Copello o Aneiros; da lo mismo Mestre que Aguer, Plaza o Alberti; da lo mismo Fernández  que Benedicto XVI. Da lo mismo para Francisco un burro que un gran profesor…

Arzobispo de la publicidad




Ha asumido el neo Arzobispo de Buenos Aires y con él monseñor Carrara y pronto salió con una cámara atrás a recorrer la ciudad de Buenos Aires, como hizo el Obispo de San Luis a su llegada. Sin duda, Ha llegado el Obispo de la publicidad.

El que toma mate en el presbiterio, con jóvenes que se visten igual que encueran a una cancha. ¡Que gracia haber vivido esos encuentros de la Acción Católica en la juventud, donde la Misa y lo sagrado era respetado por todos! ¡Cuánto bien nos ha hecho!

Bueno y no hablemos del nuevo Vicario General y de Pastoral, monseñor Carrara, un impresentable por donde lo miremos.

Ah, vieron que parece que la Mitra está desapareciendo…. Y la verdad que no deberían llevarla, pero nombrados deberían cumplir y llevarlas como signo de humildad.


“¡Todos! ¡Todos! ¡Todos!”



Repitió el Papa en la JMJ de Portugal e hizo repetir a los jóvenes como una especie de “mantra” o frase marketinera. Luego en el avión de regreso trato de acomodar el asunto y empezó bien, “La Iglesia está abierta para todos; luego hay legislaciones que regulan la vida dentro de la Iglesia. Y el que está dentro está de acuerdo con la legislación.” Y luego no pudo con su genio y enseguida le pega a quienes se oponen a que la estas puertas abiertas no sea a las personas, sino a los pecados: “Hay como una mirada que no entiende esta inserción de la Iglesia como madre y piensa en ella como una especie de "empresa", que para entrar hay que hacer esto, hacerlo de esta manera y no de otra.”

La escena del encuentro del joven rico con el Señor, nos marca como nos quiere el Señor y nos quiere libres de todas las cargas del pecado: “Le preguntó: «Maestro, ¿qué de bueno he de hacer para obtener la vida eterna?» Respondióle: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el bueno. Más, si quieres entrar en la vida, observa los mandamientos». «¿Cuáles?», le replicó. Jesús le dijo: «No matarás; no cometerás adulterio; no robarás; no darás falso testimonio;  honra a tu padre y a tu madre, y: amarás a tu prójimo como a ti mismo». Díjole entonces el joven: «Todo esto he observado; ¿qué me falta aún?». Jesús le contestó: «Si quieres ser perfecto, vete a vender lo que posees, y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y ven, sígueme». Cuando Jesús habla de riquezas, no solo habla de lo material, el apego es a muchas cosas y cuanto más el pecado.

Desde siempre la Iglesia está abierta a aquellos que busquen sinceramente al Señor, es verdad que cada uno tiene su “propio camino de maduración”. Sin embargo, da la impresión que en el “Todos, Todos, Todos” de Francisco, muy parecido al que dijo el ahora Prefecto Trucho de la Fe: “cada comunidad debe tener las puertas bien abiertas para que entren todos. Y todos significa todos: gays, transexuales, personas llenas de dudas de fe, parejas en segunda unión, personas que no están convencidas de todo lo que la Iglesia dice, incluso ex presidiarios que quizás hayan matado a alguien, adictos. La Iglesia no quiere ser una secta y por lo tanto tiene que tener un lugar para todos”. Un todos que no busca la conversión de aquel que llega, no busca que las alforjas con tantas cosas que nos impiden la salvación sean dejadas, quieren que las sigan cargando, quieren incluso alabar que las tengan y que lamentablemente nos puede impedir entrar por la “puerta angosta”.

Les pido a quienes les abren la puerta de la Iglesia, a quienes me guíen en mi camino que no me dejen con las alforjas del pecado encima, que me corrijan, que me enseñen el Camino, que siempre es Cristo.

“No enseñamos Doctrina”



"Nosotros no enseñamos doctrina, porque la doctrina no enamora, el que enamora es Cristo". Ha dicho el flamante Arzobispo porteño a los catequistas.

Vaya novedad, hace unos años un fiel le pregunto a un santo sacerdote, porque la gente era tan impiadosa en el Templo y en la Misa. El padre se preguntó “¿Qué enseñamos en catequesis?” Y se respondió “nada”, esa es la razón de la impiedad de la gente. La catequesis no enseña nada.

Pero ¿Qué es la catequesis? Juan Pablo II nos responde en el documento sobre la Catequesis:  “Globalmente, se puede considerar aquí la catequesis en cuanto educación de la fe de los niños, de los jóvenes y adultos, que comprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada generalmente de modo orgánico y sistemático, con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana.”[1]

Es verdad que no es solo doctrina, porque a ella hay que alimentarla y ayudarla con la gracia, de modo que los catecúmenos abran el corazón, se conviertan y se adhieran totalmente a Jesucristo[2]. La catequesis nos tiene que dar las primeras nociones de nuestra fe y también nos tiene que alimentar la piedad, que es el amor a Dios y la vida de unión con él. De esa piedad, de esa intimidad con Cristo salen todas las fuerzas para la misión y brota el amor  a los hermanos.

Nadie ama a quien no conoce y la catequesis debe hacer conocer a Cristo y toda su doctrina, ella “tiende pues a desarrollar la inteligencia del misterio de Cristo a la luz de la Palabra, para que el hombre entero sea impregnado por ella. Transformado por la acción de la gracia en nueva criatura, el cristiano se pone así a seguir a Cristo y, en la Iglesia, aprende siempre a pensar mejor como Él, a juzgar como Él, a actuar de acuerdo con sus mandamientos, a esperar como Él nos invita a ello. (…) Más concretamente, la finalidad de la catequesis, en el conjunto de la evangelización, es la de ser un período de enseñanza y de madurez, es decir, el tiempo en que el cristiano, habiendo aceptado por la fe la persona de Jesucristo como el solo Señor y habiéndole prestado una adhesión global con la sincera conversión del corazón, se esfuerza por conocer mejor a ese Jesús en cuyas manos se ha puesto: conocer su «misterio», el Reino de Dios que anuncia, las exigencias y las promesas contenidas en su mensaje evangélico, los senderos que Él ha trazado a quien quiera seguirle.” [3]

“Es inútil insistir en la ortopraxis en detrimento de la ortodoxia: el cristianismo es inseparablemente la una y la otra. Unas convicciones firmes y reflexivas llevan a una acción valiente y segura; el esfuerzo por educar a los fieles a vivir hoy como discípulos de Cristo reclama y facilita el descubrimiento más profundo del Misterio de Cristo en la historia de la salvación. Es asimismo inútil querer abandonar el estudio serio y sistemático del mensaje de Cristo, en nombre de una atención metodológica a la experiencia vital. «Nadie puede llegar a la verdad íntegra solamente desde una simple experiencia privada, es decir, sin una conveniente exposición del mensaje de Cristo, que es el "Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14, 6)». No hay que oponer igualmente una catequesis que arranque de la vida a una catequesis tradicional, doctrinal y sistemática. La auténtica catequesis es siempre una iniciación ordenada y sistemática a la Revelación que Dios mismo ha hecho al hombre, en Jesucristo, revelación conservada en la memoria profunda de la Iglesia y en las Sagradas Escrituras y comunicada constantemente, mediante una «traditio» viva y activa, de generación en generación. Pero esta revelación no está aislada de la vida ni yuxtapuesta artificialmente a ella. Se refiere al sentido último de la existencia y la ilumina, ya para inspirarla, ya para juzgarla, a la luz del Evangelio.”[4]

Es verdad “no enseñamos doctrina”, en realidad no únicamente o mejor dicho es la doctrina de Cristo, es al mismo Cristo y si es bien enseñado, no solo en lo teórico, sino en ejercicio de la fe, en la piedad, en el amor, en el valor de lo sagrado, en lo esencial del misterio, en el encuentro del alma del niño o adulto con el mismo Cristo. Si es una doctrina, pero no como quien enseña una tesís o una enciclopedia, sino la Doctrina de Cristo o como dice Penan:

“De un condenado de amor 
que nos amó de tal suerte, 
que nos dio vida en su muerte 
y esperanza en su dolor; 
de un generoso Señor 
que para todos tenía 
una palabra de miel, 
y a los parias atendía 
y a los niños les decía 
que se acercaran a Él; 
¡de un Dios que en La Cruz clavados 
tiene ya por los pecados 
de todos los pecadores, 
de tanto abrirlos de amores 
los brazos descoyuntados!” 

Esa doctrina si enamora, si es enseñada con celo y con amor, con ejemplo y caridad.

 

La Misa de Niño y la Rigidez Progresista




En línea con lo que dijimos, volvimos a ver un rato de la llamada Misa de niños de la Arquidiócesis y uno vuelve a preguntarse ¿siguen insistiendo con la misma forma de destruir la liturgia, delante de los niños en plena formación? ¿Siguen insistiendo en traer lo profano a lo sagrado?

La Misa de Niños ha comenzado con Aramburu y con mi querido Cardenal Quarracino se intensifico y comenzó en su Pontificado, este pequeño circo de la mano del hoy Obispo García y del difunto monseñor Rossi. La cosa fue emporando con la llegada del sucesor de Quarracino y llegamos hasta ahora.

Los rígidos somos aquellos que queremos sostener el valor sagrado de la liturgia, según el progresismo. Ahora yo pregunto ¿Dónde están los niños de ayer?

Hace dos años un estudio del Conicet, demostró con claridad el fracaso de toda esta pastoral light que se ve por doquier, los templos están llenos de hombres y mujeres de pelo blanco que son los que quedaron de aquella primera avanzada progresista y las que siguen hablando de si la Misa es alegre o triste. Salvo, raras excepciones, los jóvenes desaparecen y los que están no lo hacen de un convencimiento, de suyo se puede ver a algún concubinato o pañuelo verde dando vuelta. Quizás hay más jóvenes y niños en instituciones que no son tan parroquiales, sino que usan las instalaciones parroquiales, pero que no siempre tienen la fe como centro.

Pero desde que nací, más de medio siglo, que vengo escuchando de los progresistas las mismas cantinelas, que venimos viendo como destruyen la liturgia y como mueven a los niños y jóvenes a ese circo que se hace alrededor de los más sagrado que hay en la Iglesia, le Eucaristía, centro y culmen de la vida cristiana.

Los curitas que empezaron con todo esto se están muriendo y los frutos no llegan a verse, o mejor dicho se ven cada vez con más claridad…. Las Iglesias se vacían y envejece la feligresía. Pero los flexibles son cada vez más rígidos y siguen negando lo sagrado y demonizando cada una de las enseñanzas de la Iglesia.

Mientras que los “rígidos” siguen acercando a Cristo a miles de jóvenes, sino hay que ver las peregrinaciones de rito tradicional o los Rosarios callejeros. Porque la verdadera doctrina bien vivida si enamora.

¡Que el Señor nos libre de estos rígidos progresistas ¡ Que se den vuelta que tienen que hacer algo distinto, volver a la tradición, volver a valorar lo sagrado, volver al magisterio perenne de la Iglesia, si quieren tener frutos y sino que hagan como como don Martín y hagan su propia iglesia y dejen de vivir de la de Cristo.

Homenajes a Meinvielle

El Padre Julio danto una Conferencia (imagen de la JEHV)


Terminemos este editorial valorando los homenajes que se hicieron al querido padre Meinvielle, el del INFIP (Instituto de Filosofía Práctica) que el padre fundara con Guido Soaje Ramos, con la presencia de algunos de sus discípulos, en especial el Dr. Padilla y Monseñor Aguer.



 

También TLV1 (Toda la Verdad Primero) también ha rendido su homenaje con algunas conferencias.













 

También el homenaje del Centro Pieper de Mar de Plata con la presencia de los Dres. Antonio y Mario Caponnetto y del padre Hidalgo que está realizando la tesis sobre la Cristiandad en Meinvielle.



 

También el programa Zapato de Encuentro que dirige nuestro amigo el padre Agustín Spezza V.E. ha dedicado todo un ciclo en homenaje al padre Julio, digno de escuchar.







Hagamos mención al homenaje que le hiciera la Junta de Estudios Históricos de Versailles, en el cual participamos, con su presidenta, un scout actual y también el padre Hidalgo.


 

Cerremos con los homenajes que desde El Caballero le hicimos en su Tumba el día de su muerte y el de su natalicio, como también publicando un recitado de la hermosa poesía del padre Sato que debería estar en su Tumba, pero la pequeñez de muchos no ha querido colocarla.







 

Supla la Gracia la Deficiencia de la Pluma


Marcelo Grecco

Director 

El Caballero de Nuestra Señora

 



[1] Juan Pablo II, Exhortación Apóstolica Catechuesis Tradendae 18 (en adelante  CT)

[2] Cif. CT 19

[3] CT 20

[4] CT 22


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